Los negocios que orientan su actividad a otros negocios se han de mover lentamente hacia la construcción global de un paisaje de colaboración mutua que persigan construir servicios y productos de verdadera utilidad para todos, que puedan trasladar el Valor Emocional en forma de belleza y que genere beneficios para todos los implicados.
La coherente construcción y gestión de una Responsabilidad Social Corporativa adecuada en medio de estrategias que dibuja Branding, es el camino más acertado y correcto, que llevará hasta la plaza que trae la Era de la Información en la que ya vivimos. ¡Basta! es lo que gritan todos los elementos que, entendiendo o no entendiendo, acometen infinidad de estrategias que intentan parar la velocidad del cambio, trampeando acciones que llegan instaladas en el viejo ideario de mentes aún lentas que, quieren lo que no tienen, pero que no logran colocar prioridades correctas en la línea de objetivos y que no logran conseguir el control desde Branding y la Responsabilidad Social Corporativa, de Marketing y Recursos Humanos.
Vivimos época de cambios y los cambios no esperan a que tú estés dispuesto. Ellos aparecen y tú solo puedes darte de bruces con ellos o conseguir tal altura de miras que puedas obtener una visión lejana que te permita tener ante ti todo el laberinto donde te meten.
Tal desasosiego, tú y sin tiempo. Sin tiempo porque lo único que logras ver es tu nariz aplastada contra aquello que pensaste saltar como saltaste todo lo viejo.
Oír las voces de quienes se esfuerza por crear Responsabilidad Social Corporativa, es oír el lamento de quien dice Social y no llega a percibir la profundidad a donde van a calar los mensajes que emite la Voz Corporativa. De rabiosa actualidad es, que los puntos de encuentro con los grupos de interés, están siendo bombardeados, de forma constante, por corrientes de pensamiento nuevas que llegan envueltas en exigencias de obligado cumplimiento, allí donde la Imagen Corporativa presumía de tener tiempo para ir creando lentamente promesas de también obligado cumplimiento con que publicitar una Responsabilidad Social Corporativa de diseño, lo que encuentra es un estado de presión de tal envergadura que obliga y no permite la publicidad del objetivo y no da tiempo a la aportación de contenidos válidos para conseguir el tiempo necesario para la implantación de las líneas reales de acción que necesita Branding para crecer.
Las grandes corporaciones están siendo sometidas a la presión más importante desde que fueron siquiera imaginadas. Los modelos de negocio viven sometidos a verdaderas batallas campales donde Marketing y Recursos Humanos, no pueden aportar armas útiles para conseguir objetivos permanentes y la búsqueda de permanencia y solidez se ve amenazada por movimientos imparables de información que no puede ser controlados y gestionados, por la velocidad a la se suceden, con estrategias que viven alejadas y perdidas de la realidad que se vive en los puntos de encuentro, a tiempo real y sin la capacidad de diseñar experiencias positivas con las que compartir generando confianza y estableciendo espacios para conseguir una comunicación bidimensional perfecta.
Mientras los primeros esfuerzos por crear Responsabilidad Social Corporativa se han desarrollado en las estructuras internas creando procesos para la implantación de códigos de conducta intachables dentro del modelo de negocio, los puntos de encuentros se han convertido en el hervidero donde la exigencia es la reina y solo una experiencia positiva que sea capaz de asumir errores pasados con la actitud de pedir disculpas y asumir la acción de buscar soluciones viables, es la única opción para sobrevivir en tales circunstancias.
Cotejar esta realidad y ponerse manos a la obra es la única esperanza para los modelos de negocio que ahora, más que nunca, han de convertirse en aliados de todos para lograr estabilidad, desestimando la intención de influir para dejar paso solo al deseo de ser influyente.
Pero es Branding Social puro alejado de Marketing quien tiene las claves para el éxito.
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